Te prometiste a ti mismo que este año las cosas serían diferentes, especialmente en términos de estar en forma y saludable. Vas a correr esos maratones, caminatas y perderás algunas de esas grasas excesivas para volver a verte como antes. Tienes una meta y puedes alcanzarla fácilmente. Todo lo que necesitas hacer es cambiar tu estrategia y motivarte para hacer que tu meta de estar en forma se convierta en realidad y no desistir en el camino.
Una vez que tienes un hábito de ejercicio, se vuelve automático. Simplemente vas a entrenar, no hay fuerza involucrada. Pero cuando apenas estas empezando y solo llevas unos días aplicándolo puede ser difícil continuar si tu voluntad no es muy fuerte.
Debes tener un objetivo claro, solo decir que quieres cierto tipo de cuerpo no es la mejor motivación. Tú motivación tiene que estar en lograr tener un mejor estado físico general. Recuerda que es más que sólo perder esos kilos de más, se trata de llevar un estilo de vida más saludable, con mayor energía y motivación.
Antes de empezar cualquier ejercicio debes encontrar tu identidad. Puede ser gimnasia, kick-boxing, entrenamiento Crossfit o entrenamiento funcional. Trata de averiguar qué deseas hacer. Habrá desafíos y bloqueos, pero tendrás que esforzarte un poco más y no dejar que la tentación de rendirte se asiente.
1. No solo te concentres en hacer ejercicio, concéntrate en el sentimiento
Concéntrate en la emoción y la felicidad que trae el progreso de mejorar tu estado físico. Mira cómo te sientes después del entrenamiento y esa recompensa es suficiente.
2. No rompas el hábito
La forma más fácil de mantener las cosas en marcha es simplemente no detenerse. Evitar descansos largos en el ejercicio requerirá un poco de esfuerzo. Pero si tienes un hábito de ejercicio, no lo dejes caer a la primera señal de problemas.
3. Compromiso durante treinta días
Comprométete a ir todos los días, incluso si tienes poco tiempo, 20 minutos es suficiente para no perder la motivación. Esto solidificará el hábito del ejercicio.
4. Motivación vs disciplina
Cuando la motivación a veces pierde la batalla, toma la ayuda de la disciplina. Recuerda cómo seguir esa vida disciplinada ha traído algunos cambios positivos para tu vida.
5. Hazlo divertido
Si no te diviertes en el gimnasio, será difícil mantenerlo como un hábito. Hay miles de formas en que puedes mover tu cuerpo y hacer ejercicio, así que no te rindas si has decidido que levantar pesas o hacer abdominales no es para ti. Muchos gimnasios ofrecen una variedad de programas que pueden adaptarse a tus gustos.
6. Enmarca tu objetivo de condición física
Cada semana establece un pequeño objetivo para ti. Algo así como 20 abdominales o 30 abdominales más de los que hice la anterior vez. Dar pequeños pasos y esforzarte para hacerlo siempre. Recuerda, nada se puede lograr de la noche a la mañana. Todo lleva tiempo. Solo las flexiones o abdominales no pueden ponerte en forma, cada parte de tu cuerpo requiere que se haga un cierto tipo de ejercicio y con constancia todo se logra.
¿Y tú ya empezaste a entrenar?